Los grandes latifundios constituidos con base a las invasiones bárbaras, conformados por ducados, reinos y otras formas de la nobleza y las monarquías feudales, se establecieron alrededor de los grandes castillos y la protección de una poderosa fuerza de caballeros. El señor en cambio de someter a los desposeídos valiéndose de las cadenas y el látigo lo hacía de manera velada. La servidumbre vivía alrededor de los castillos, estaba al servicio de los latifundistas, podía cultivar un pedazo de tierra para el sostenimiento de su familia y debía estar dispuesto para los servicios que requiriera el feudal, bien fuera, en el castillo, la hacienda o en la milicia; su actividad central estaba dedicada al señor y el resto de tiempo cultivaba para su propio sustento, el de los suyos y para pagar tributos, rentas, diezmos y otras exigencias. El paternalismo feudal a la vez que lo ataba a la tierra, a la servidumbre y a las guerras que practicaba el señor latifundista, lo sometía a un poder que manejaba las propiedades, los vasallos o siervos, el ejército, la justicia, las formas religiosas y de la cultura. La religión católica, musulmana, budista y similares sostenían el andamiaje del feudalismo, la biblia, el torá, el corán definían la verdad sobre las cosas y su interpretación quedaba en manos de los sacerdotes y pastores.
El feudalismo estableció una jerarquía piramidal entre las clases sociales. La nobleza alta estaba integrada por los duques, condes y marqueses, quienes dependían directamente del rey; la nobleza media por los barones y la pequeña nobleza eran llamados caballeros o hidalgos.
La nobleza y el clero disfrutaban de grandes privilegios y monopolizaban la propiedad de la tierra. La nobleza basaba, además, su poderío, en la fuerza militar y el clero, en su prestigio religioso y cultural.
Los nobles tenían a su cargo las tareas guerreras; los clérigos, lo concerniente a la vida religiosa; los villanos, la labranza y las faenas manuales.
Los villanos (habitantes de las villas) estaban en la escala social inferior y sus obligaciones eran numerosas con relación a sus derechos; trabajaban los grandes dominios señoriales, y en retribución de esa tierra que se les cedía para su trabajo y de la protección que se les dispensaba, debían múltiples servicios y prestaciones a sus señores.
El feudalismo estableció una jerarquía piramidal entre las clases sociales. La nobleza alta estaba integrada por los duques, condes y marqueses, quienes dependían directamente del rey; la nobleza media por los barones y la pequeña nobleza eran llamados caballeros o hidalgos.
La nobleza y el clero disfrutaban de grandes privilegios y monopolizaban la propiedad de la tierra. La nobleza basaba, además, su poderío, en la fuerza militar y el clero, en su prestigio religioso y cultural.
Los nobles tenían a su cargo las tareas guerreras; los clérigos, lo concerniente a la vida religiosa; los villanos, la labranza y las faenas manuales.
Los villanos (habitantes de las villas) estaban en la escala social inferior y sus obligaciones eran numerosas con relación a sus derechos; trabajaban los grandes dominios señoriales, y en retribución de esa tierra que se les cedía para su trabajo y de la protección que se les dispensaba, debían múltiples servicios y prestaciones a sus señores.
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